El antiguo logo era muy característico, pero el juego de contraforma de las letras y los rectángulos afectaba negativamente a la legibilidad debido a la complejidad que suponía la interpretación de las letras, especialmente en la “m” y la “h”, que supuestamente debía leerse en ambas líneas. Los detalles pequeños del logo también daban problemas a la hora de reducir el diseño a formatos más pequeños.

Sin embargo, la tipografía estaba bastante bien escogida. Se trataba de la Myriad Bold, una sans serif humanista. Las tipos humanistas se inspiran en la caligrafía, por lo que tienen un punto humano y cercano al mismo tiempo que moderno.

Por eso, porque funciona muy bien tanto en grande cómo en pequeño y para mantener cierta coherencia entre la nueva identidad y la antigua, la he escogido cómo tipografía corporativa para Rush.

Respecto al color, nos hemos alejado del tutti colori del diseño original y nos hemos centrado en el color más utilizado en los últimos meses por Rush ya que los valores que transmite van muy en consonancia con su marca. Se trata del turquesa. Un color que representa calma y frescura.